Isquiotibiales son un grupo muscular importante en el muslo, su función es que las rodillas y las caderas funcionen correctamente. Se utilizan mucho en los deportes que implican correr, saltar, ponerse en cuclillas, patadas y otros movimientos vigorosos. Por lo tanto, las lesiones de isquiotibiales se producen con frecuencia y en una amplia variedad de deportes. Esta lesión es una de las lesiones más comunes en atletas universitarios.

La mayoría de las lesiones de isquiotibiales son esguinces o desgarros parciales y se producen ya sea en el músculo o en la unión músculo-tendón, por lo general durante una actividad que consiste en carreras de velocidad. Un atleta puede informar dolor repentino y agudo en el muslo durante la actividad deportiva, e incluso puede recordar escucha o siente un "pop". Los síntomas incluyen dolor y rigidez en la parte posterior del muslo. El examen físico realizado por un profesional en medicina deportiva debe realizarse tan pronto como sea posible, y la evaluación adicional, como la ecografía o resonancia magnética, puede solicitarse para ayudar a evaluar la ubicación exacta y la gravedad de la lesión.

Existen una serie de factores de riesgo para las lesiones de isquiotibiales, que incluyen un calentamiento inadecuado, desequilibrio de fuerza, falta de flexibilidad, el núcleo débil, así como una menor debilidad muscular de las extremidades y la fatiga. El factor de riesgo más importante para la rotura fibrilar en el deporte es una historia previa de dicha lesión. El riesgo de recurrencia o desgarro se ha demostrado que es de un 31%. En consecuencia, una serie de programas de prevención han sido diseñados, que se centran en la mejora de fortalecimiento de los tendones y la resistencia. Cuando se implementa correctamente, estos programas han demostrado ser eficaces en tanto profesionales como aficionados, con un menor riesgo de lesiones por primera vez y las recurrencias. Estos programas se consideran más beneficioso cuando se inicia durante la pretemporada.

En resumen, las lesiones de isquiotibiales son comunes en los atletas, y necesitan ser evaluadas con un cuidadoso examen físico, así como estudios de imágenes en tiempo y forma. Un tratamiento conservador permite que la mayoría de las lesiones de isquiotibiales que se recuperan bien, y permite a los atletas reincorporarse a la actividad deportiva en cuestión de días a semanas, dependiendo de la gravedad de la lesión. Además, el inicio de los programas de prevención de pretemporada que se centran en el fortalecimiento de los músculos isquiotibiales puede disminuir el riesgo de lesiones durante la práctica deportiva. Las lesiones más graves, aunque poco frecuentes, tienden a ocurrir en zonas cercanas a la cadera o la rodilla.

Alexander Golant, MD, y Kevin Jiang, MD (autores).
Dr. José Fernando De La Garza (modificación y adaptación).

Referencias.

Dalton SL, Kerr ZY, Dompier TP. Epidemiología de las cepas de los isquiotibiales en 25 deportes de la NCAA en la 2009-2010 a 2013-2014 años académicos. Am J Sports Med . 2015. 43 (11): p. 2671-9. 2. van der Horst N, Smits DW, J Petersen, Goedhart EA, Backx FJ.

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